Cuando volvemos la mirada podemos encontrar que nuestra historia
política está repleta de personajes que preferiríamos olvidar, desde
guerrilleros que se vendieron a los más miserables intereses de la
burguesía responsable de la pobreza y la violencia que hoy busca ahogar
nuestros sueños de futuro hasta Presidentes alcohólicos que se dejaban
joder por reporteros en busca de la verdad.
Hemos visto amantes con títulos comprados en universidades privadas comandando a nuestro ejército, tragedias sin responsables, empresarios que financian campañas y manchan de blanco los ríos del país con la leche que debería alimentar a nuestro niños. Hemos soportado que nos llamen flojos, que nos digan que no servimos como país, que si no fuera por el migrante europeo seríamos menos que un grupo de indios en guayuco, pensando que esa comparación nos ofendería.
Hemos tenido que soportar ir a dormir con un vaso de agua con azúcar en el estomago. Casi todos hemos perdido a un hermano, familiar o amigo producto de la violencia que aún hoy, en plena revolución se sigue vendiendo con mucho éxito en medios de comunicación que lo menos que hacen es formar o informar a la gente.
Hemos visto nacer partidos políticos con financiamiento corrupto de los fondos del Estado y ahora, justo cuando pensamos que todo eso era parte del pasado vemos un candidato que engloba esas características a la perfección. La lista podría ser eterna, mi memoria no es para nada mala a pesar de criarme a punta de pan con café y perrarina. Hoy hablo no como periodista, no como actor político, no como revolucionario ni chavista, escribo como hombre.
Henrique Capriles se vende como algo nuevo, les cuento que me ha tocado seguirlo por casi todo el país y lo único nuevo que veo es el año de los vehículos en los que se mueve el candidato. Ha criticado del actual gobierno las "promesas incumplidas", critica la falta de viviendas pero no responde cuando le pregunto por los ranchos que entregó en la población de Cua. Critica la inseguridad y dice que la resolverá en cien días y en cuatro años no logró hacer nada en Miranda. Critica la falta de productividad de las empresas estatizadas pero no habla de que sólo apuesta a los Mendoza y sus Empresas Polar o de la situación que hace protestar a los trabajadores de la imprenta de La Cadena Capriles. Habla de la salud pero no asume, por ejemplo el olvido que se apoderó de las casas de los abuelitos de su estado; viejitos que cocinan en fogón por falta de una cocina. Habla de que la educación es lo principal y se olvida de los colegios públicos del estado donde gobernó hasta hace dos meses son casi cárceles para los niños pobres.
Capriles sabes algo...Calificativos para un personaje así hay muchos pero no escribo para eso. Como joven me duele ver tanta hipocresía, tanta que no le deja asumir, ni siquiera su preferencia sexual ofendiendo la dignidad gay. La falsedad se manifiesta en marchas móviles, en l apaga de 200 a 400 bolívares a los motorizados para que hagan bulto. En el pago de 300 bolívares a las maestras de Miranda para que se suban al autobús y te acompañen por todo el país. En hacer actos en calles de 2 metros de ancho y en llevar a periodistas de los medios que te gustan para que te ayuden en el montaje. Sabes que es viejo, muy viejo... Lo que hizo Caldera por órdenes tuyas aunque tu cobardía no permita que lo asumas, eres más de lo mismo pero peor, eres la mayor oferta engañosa de nuestra historia, porque no tienes ni siquiera las bolas de decirnos quien eres.
Hemos visto amantes con títulos comprados en universidades privadas comandando a nuestro ejército, tragedias sin responsables, empresarios que financian campañas y manchan de blanco los ríos del país con la leche que debería alimentar a nuestro niños. Hemos soportado que nos llamen flojos, que nos digan que no servimos como país, que si no fuera por el migrante europeo seríamos menos que un grupo de indios en guayuco, pensando que esa comparación nos ofendería.
Hemos tenido que soportar ir a dormir con un vaso de agua con azúcar en el estomago. Casi todos hemos perdido a un hermano, familiar o amigo producto de la violencia que aún hoy, en plena revolución se sigue vendiendo con mucho éxito en medios de comunicación que lo menos que hacen es formar o informar a la gente.
Hemos visto nacer partidos políticos con financiamiento corrupto de los fondos del Estado y ahora, justo cuando pensamos que todo eso era parte del pasado vemos un candidato que engloba esas características a la perfección. La lista podría ser eterna, mi memoria no es para nada mala a pesar de criarme a punta de pan con café y perrarina. Hoy hablo no como periodista, no como actor político, no como revolucionario ni chavista, escribo como hombre.
Henrique Capriles se vende como algo nuevo, les cuento que me ha tocado seguirlo por casi todo el país y lo único nuevo que veo es el año de los vehículos en los que se mueve el candidato. Ha criticado del actual gobierno las "promesas incumplidas", critica la falta de viviendas pero no responde cuando le pregunto por los ranchos que entregó en la población de Cua. Critica la inseguridad y dice que la resolverá en cien días y en cuatro años no logró hacer nada en Miranda. Critica la falta de productividad de las empresas estatizadas pero no habla de que sólo apuesta a los Mendoza y sus Empresas Polar o de la situación que hace protestar a los trabajadores de la imprenta de La Cadena Capriles. Habla de la salud pero no asume, por ejemplo el olvido que se apoderó de las casas de los abuelitos de su estado; viejitos que cocinan en fogón por falta de una cocina. Habla de que la educación es lo principal y se olvida de los colegios públicos del estado donde gobernó hasta hace dos meses son casi cárceles para los niños pobres.
Capriles sabes algo...Calificativos para un personaje así hay muchos pero no escribo para eso. Como joven me duele ver tanta hipocresía, tanta que no le deja asumir, ni siquiera su preferencia sexual ofendiendo la dignidad gay. La falsedad se manifiesta en marchas móviles, en l apaga de 200 a 400 bolívares a los motorizados para que hagan bulto. En el pago de 300 bolívares a las maestras de Miranda para que se suban al autobús y te acompañen por todo el país. En hacer actos en calles de 2 metros de ancho y en llevar a periodistas de los medios que te gustan para que te ayuden en el montaje. Sabes que es viejo, muy viejo... Lo que hizo Caldera por órdenes tuyas aunque tu cobardía no permita que lo asumas, eres más de lo mismo pero peor, eres la mayor oferta engañosa de nuestra historia, porque no tienes ni siquiera las bolas de decirnos quien eres.
