domingo, 19 de enero de 2014

Hablemos de violencia, medios e hipocresía

Se nos llama a un debate que debimos plantearlo-en mi humilde opinión- hace unos10 años... El fenómeno de la violencia criminal y su reflejo en los medios de comunicación, o el fenómeno de la violencia que venden los medios de comunicación y su impacto en nuestra sociedad.

Cualquier forma es válida para plantear una ecuación que se muestra vital dentro de la dinámica de una sociedad que es víctima de la criminalidad más cruel, de una racismo solapado y prejuicios sociales pero que además se enfrenta al reto de limpiar un sistema de justicia ineficiente y corrupto, que en muchas oportunidades ha servido como abono para el accionar de esecriminalidad.

Sin lugar a dudas, el tema de la violencia tiene tantas aristas que un blog completo se nos quedaría corto, si alguien critica la ineficiencia del Estado, otra persona responderá afirmando que es la descomposición social la que nos ha traído hasta este punto. Si alguien pide mano dura y acciones como pena de muerte, cadena perpetúa o trabajo forzados, alguien lo tildará de tener una corta visión y seguramente le acusarán de socialcristiano y potencial violador de los derechos humanos.

Lo cierto del caso es que mientras nos ponemos de acuerdo, los medios siguen haciendo su agosto con hechos tan lamentables como el asesinato de la joven actriz y su esposo que nos conmovió hace algunos días, lo cierto del asunto es que mientras un grupo de desalmados busca, con marchas y llamados a más violencia partidizar hechos como ese, pero son indolentes ante el asesinato de cualquier hijo de Petra Pérez, el hampa sigue actuando y les juro que no pregunta si eres de un grupo, colectivo o partido político para accionar un arma.

La falta de valores fundamentales como la unión y el respeto familiar, la hipocresía de esos que lloran ante las cámaras pero se niegan a aceptar invitaciones para proponer acciones contra la violencia mientras siguen procesando que nuestra Constitución plantea la Democracia de manera "Participativa y Protagónica" y la complicidad de la mayoría hacen que parezca imparable el tren de los violentos.

Los medios se han convertido en vitrina abierta para vender antivalores a cualquier hora del día y una coletilla que informe cuales son las características de un determinado programa no es suficiente, no cuando es la televisión la niñera del siglo XXI. Sin importar el día o la hora nuestros hijos son bombardeados por imagenes sin fin de alto contenido violento donde el sexo, la infidelidad, las drogas y el dinero son el centro de cualquier trama, haciendo que esos antivalores se hagan cotidianos y "normales" para todos. Además de esto, la red cada día amplifica su penetración de contenido incontrolables.

Más lamentable aún es ver avisos clasificados donde se prostituyen nuestra juventud... Recuerdo que cuando era un niño me encantaba tomar el periódico para leer las historietas de "El Fantasma" hoy cada vez que mi hijo de cinco años quiera hacer lo mismo tendré que revisar que no llegue a sus manos esos avisos que deberían ser ilegales. 

Las leyes existen con el único de fin de hacerlas cumplir, el resto son sólo buenas o malas intenciones. La Ley RESORTE debe ser aplicada, algo que nunca se hizo, mientras se plantean las reformas al Código Penal y se sigue una lucha contra el hampa que debe hacerse con transparencia y sacando del juego al esos funcionarios que sabemos sólo usan el uniforme para convertirse en puente de los delincuentes. Las leyes son nuestras, de todos por igual y la violencia debe ser combatida en todas sus formas, sin hipocresías, sin tregua, de resto seguiremos hablando de un mal al que hemos permitido entrar a nuestros hogares y sentarse en la sala a tomar un café.