domingo, 9 de junio de 2013

ABANDONAR LA TRINCHERA ES REGALAR LA VICTORIA


Veo con preocupación como mientras el Gobierno en pleno se deja la vida en asambleas, actos de asignación de recursos e inspecciones, nuestra gente luce apática y observa con reserva todo cuando se hace por la eficiencia, comprando las mentiras y miedos nacidos en salas de redacción infectadas por el odio.

Muestra de este sentimiento se refleja en las redes, donde se venía gestando una “Campaña Admirable” de la llamada TROPA en contra de las matrices de opinión negativas y etiquetas posicionadas por empresas dedicada a ese fin y que nuevamente manejan a su antojo el hecho comunicacional en una aldea global como esta en la que nos tocó vivir. Siempre les he recordado que la realidad es mucho más que un gato con disfraz de tigre detrás de un teclado, pero tampoco es menos cierto que las redes sirven hoy como referencia para escribir artículos y notas de prensa que son las usadas por la oposición cuando van a “exponer su visión de la dictadura venezolana” en el exterior. 

El asunto aquí, es que a pesar de saber que las redes son una especie de pared de baño público virtual” no se pueden descuidar, haya o no alguien que marque la pauta o cree una etiqueta, exista o no un espacio en los medios para manejar criterios comunes, o acaso ya olvidaron como nos activamos aquel 12 de abril en las calles para hacer valer la verdad. Tal vez suene un poco dramático decirlo pero siento que no podemos repetir un error histórico que nos ha arrancado el derecho a soñar durante siglos: Sólo cuando tod@s entendamos que la lucha no es un proceso para colocar sobre los hombros solitarios de un hombre, será irreversible.

LA GUERRA QUE ELLOS QUIEREN


De gira por el sur me llegó la noticia: Israel nuevamente rompe la frágil paz del medio oriente y ataca a Siria, un país que lleva casi tres años resistiendo la guerra que desde salas de redacción de occidente se levantó con el único fin de asesinar, como hicieron con Gaddafi, a Bashar Al Assad. Nuevamente el libreto ensayado en Puente Llaguno en el año 2002, afinado contra Manuel Zelaya y perfeccionado en Trípoli es implementado por el cártel de la manipulación encabezado por NBC, CBS, CNN, BBC, Al Jazzira y otros aliados de la mentira. Ya en los próximos días veremos como se habla de los ataques del “régimen Sirio” contra “rebeldes que luchan por la libertad y democracia”, mientras la lluvia de informaciones no confirmadas desborda las primeras planas y la red. 

Lo lamentable no es ser testigos inmóviles de la manipulación y el engaño, es peor ver como algunos títeres de la televisión y la prensa nacional se hacen eco de los llamados irresponsables de voceros que han planteado la necesidad de que en Venezuela se de un escenario similar. No creo haber sido el único que escuchó a Henrique Capriles Radonski decir que “ante la falta de respuesta de las instituciones nacionales siempre queda abierta la posibilidad de ayuda externa”; no creo ser el único que sufre al ver a esos que se hacen llamar periodistas mientras se burlan de la voluntad de la mayoría y de su derecho a soñar utopías como la paz. A ellos, mis colegas faltos de ética y ciegos de odio, les digo algo que repito desde que salí de una Libia destrozada por el fuego de la OTAN: Una bomba de 300 kg no diferencia entre un chavista orgulloso o un opositor amargado.