lunes, 24 de marzo de 2014

¿Qué nos pasó y qué nos pasa?

¿Qué nos pasó con los chamos? se preguntaban en mi barrio los padres que vieron a mediados de los años 90 cómo la droga y la oferta del dinero fácil les arrebataba a sus hijos convirtiéndolos en delincuentes, microtraficantes, reos o peor aún en difuntos.
Hoy algunos de los que sobrevivimos a esa jornada de extinción de la generación que muchos llamaron “boba” hacemos la misma pregunta al ver a estos jóvenes que usando una máscara copiada, con armas aprendidas en páginas terroristas, sin consignas, sin conciencia y con un odio que les roba la alegría salen a las calles a destruir lo que en algún momento les perteneció y formó parte del orgulloso legado de los más ricos a su prole, zonas rosa, repletas de esplendor en un “país como este del Tercer Mundo”.
¿Qué nos pasó como sociedad?
Lo que siento es que olvidamos cosas fundamentales; de qué sirve hacer una ley para defender a un sector u otro de la violencia, si nuestros medios viven y florecen gracias a ella.
De qué nos sirve darle financiamiento a la gente del campo si cuando vamos al mercado, por estrategia de un grupito con fines políticos, no nos dejan ni entrar a ver que ha generando tanta rabia que muchos justifican así la anarquía que hemos visto regarse en varias de nuestras ciudades.
Cuándo comenzaremos a usar el poder para darle a todos lo que todos necesitamos: buena salud pública, seguridad, paz.
Si estos muchachitos hicieran esto en Estados Unidos ya estarían en Guantánamo olvidados.
Si conocemos el plan, a sus líderes, sus financistas, sus pregoneros no sigamos esperando. La paz no es un derecho de un grupo y la justicia menos.

jueves, 20 de marzo de 2014

Regimen de terror


Lo que hemos visto es sólo una muestra del espíritu violento de ciertos sectores de la oposición que no busca otra cosa que poner fin al Chavismo, pero también es el pase de factura de esos que alegan ineficiencia y  falta de espacio para la rectificación, y por supuesto de esos que odiando la Revolución han y siguen siendo premiados con cargos de alta responsabilidad.

La muerte como hecho, el fuego como marco y la manipulación descarada de los medios como vehículo son el cóctel perfecto que le ha servido a las grandes potencias para dividir países que luego son bombardeados, invadidos, destruidos y ese es el que nos están aplicando. Pero creo que va mucho más allá del trabajo de Uribe, del financiamiento gringo y de los montajes en redes sociales. Durante años esos medios han hecho creíble la tesis del Estado fallido mientras nosotros nos hemos dedicado a responder, hoy hablamos a gente que no nos escucha, no nos lee, no nos cree.



El asedio permanente a Venezolana de Televisión, la agresión a nuestros equipos y en muestra del odio exacerbado contra equipos de medios privados nos dice, que al menos en el campo mediático, estamos perdiendo la batalla. Han logrado bloquear nuestras señales a nivel internacional y salen cada noche denunciando censura, montan alcabalas en zonas del sureste de Caracas mientras incendian sus urbanizaciones, todo para retar al Estado y buscar una respuesta similar de los revolucionarios… Hago votos por la paz, por que nuestra gente no muerda el anzuelo de la confrontación directa y por el uso de la inteligencia para frenar a estos grupos, ya que de lograr su objetivo si seríamos testigos del despliegue de un verdadero régimen del terror.