A Robert Serra lo conocí en los
pasillos de ANTV en el año 2003, era uno de los productores más jóvenes del
canal y tenía en mente hacer un programa hecho por y para jóvenes cuando nadie
apostaba por algo así; siempre en movimiento, siempre claro y altanero y
siempre amando a Chávez como sólo un hijo ama a su padre.
Fue ese ímpetu el que le abrió a
Robert camino entre las zonas más populares de su amada Caracas y llegó con
mucho más mérito y honor que otros a su curul en la Asamblea Nacional, esa
misma donde defendió ante los ignorantes estudiantes de la oposición esta forma
de vida llamada Revolución Bolivariana. Ese chamo enfrentó millones de veces la
violencia de los que se hacen llamar demócratas en los cientos de ataques que
recibió en la Universidad Simón Bolívar; hecho que sólo le daba fuerzas nuevas
para denunciar la doble moral de la burguesía que lo odiaba por ser él la
muestra de que de la humildad salen grandes ideas y liderazgos.
No sé cuantas veces lo
entrevisté, Libertad Velazco colgó en redes una foto en la que conversaba
conmigo para TELESUR llamándolo “la voz de los barrios para el mundo”, ese era
el valor de Robert, amigo, valiente, líder y honesto. Un joven con el que
conversé miles de veces sobre la necesidad de renovar liderazgos, de ser
eficientes o no ser y de la necesidad de ser frontales en una guerra que parece
nos empeñamos en no querer ver.
La última vez que nos vimos conversamos
un rato sobre las denuncias de los planes terroristas de la derecha y me dijo: “Jordán
estás haciendo tremendos trabajos, cuídate hermano, mira que esta gente (la
oposición) viene con todo y tienen un plan de asesinatos selectivos” a eso respondí:
hermano cuídate tú, yo soy sólo un pendejo. Reímos y nos despedimos con un
abrazo; así era el “enano” un hermano claro como pocos.
¿Cuántos Robert nos hacen falta?..
Lamentablemente seguimos corriendo la arruga a temas como la presencia
Paramilitar en los cerros de Petare con el amparo de Carlos Ocariz y Henrique
Capriles, lamentablemente seguimos siendo fuerzas de reacción y no de acción,
escribo estas líneas y lloro, exijo justicia. Ya basta!.. Somos un Gobierno del
pueblo que es eliminado como si nada pasara. Por mi hermano Robert, por Otaiza,
por Danilo, por tantos otros… Entendamos que la paz no se decreta y que la
derecha no está jugando, dejemos de hacerlo nosotros.
Robert, hermano, nos veremos más
temprano que tarde en un lugar mejor y te daré esa clase de futbol que nunca
pudimos cuadrar.